Bienvenida
Que es CCA?
Es Usted CC?
Invitación
Comenzar
12 Pasos
Instrumentos
Grupo de Email
Literatura
Padrinos
Promesas
Tradiciones
Preceptos
Escríbenos


Doce Pasos para Comedores Compulsivos

Padrinos

Un Instrumento para tu Recuperación

Padrinos y madrinas son miembros de OA que están viviendo los Doce Pasos y las Doce Tradiciones en la mejor forma posible. Están dispuestos a compartir su recuperación con otros miembros de la asociación y están comprometidos a la abstinencia. A un padrino le pedimos que nos guíe en los tres niveles de nuestro programa de recuperación: físico, emocional y espiritual. Al trabajar con otros miembros de CCA y compartir con ellos su experiencia, fortaleza y esperanza, los padrinos continuamente renuevan y reafirman su propia recuperación. Los padrinos comparten su programa hasta el nivel de su propia experiencia. El nuestro es un programa de atracción. Para encontrar un Padrino, venga a la lista y busca a alguien que tenga lo que tú deseas. Pregúntale como lo consiguió y si desea apadrinarte. Un miembro puede trabajar con más de un padrino a la vez y puede cambiar de padrinos a voluntad. Es ventaja para ti encontrar a una persona que te ayude. Tan pronto como comienzas a trabajar con alguien el programa, rápidamente el programa trabajará para ti.

Las Doce Cualidades del Padrinazgo

Como tu padrino...

No te dejaré perdido. No te permitiré estacionarte ni revolcarte en la nada.

Te ayudaré a crecer, ser más productivo, según tu definición.

Te ayudaré a convertirte en una persona más autónoma, más afectuoso contigo mismo, más entusiasmada, menos sensible, y más libre para convertirte en la autoridad de tu propio destino.

No puedo darte sueños o varitas mágicas, simplemente porque no puedo.

No te puedo dar crecimiento ni crecer por ti. Debes crecer, madurar tú mismo enfrentando tu realidad, desdichada que sea en algunas ocasiones.

No puedo quitarte tu soledad, ni tu dolor.

No puedo sentir el mundo por ti, evaluar tus metas, decirte que es lo mejor para ti en este mundo; porque tu tienes tu propio mundo en el cual tienes que vivir.

No puedo convencerte de la necesidad de tomar la decisión vital de elegir entre la miedosa incertidumbre de crecer y la segura miseria de permanecer estático.

Quiero estar contigo y conocerte como una persona en crecimiento y con deseos de seguir creciendo, sin embargo si tu eliges no crecer, no podré acercarme a ti.

Cuando yo comience a apoyarte por piedad o cuando comience a perder la fe en ti, en ese momento estoy inhibiéndonos a ambos, tanto a ti como a mi.

Tú debes saber y entender que mi ayuda es condicional. Yo estaré contigo y no te dejaré mientras reciba de ti la menor sospecha que estás tratando de seguir creciendo.

Si tú puedes aceptar esto, entonces quizás podamos ayudarnos, el uno al otro, a convertirnos en lo que Dios quiere que seamos: adultos maduros, dejando la infancia para siempre a los pequeños niños del mundo.